Angelotti, se encuatra preso en la prisión del Castello de Sant’Anegelo. Consigue escapar y se refugia en la Iglesia donde su amigo Mario Cavaradossi se halla pintando un cuadro. Mario ayuda a Angelotti a escapar. Floria Tosca, novia de Mario, siente celos porque oye voces y cree que su novio está coqueteando con alguna mujer. Scarpia, comisario romano locamente enamorado de Tosca, sigue los pasos de Angelotti y cuando llega a la iglesia, sabedor de lo celosa que es Tosca, enciende la llama de los celos haciéndola creer que Mario la es infiel con la hermana de Angelotti.